Mensaje del Hermano Mayor

Queridos hermanos; paz y bien.

Hoy, Viernes Santo, debería culminar con nuestra salida Penitencial, haciendo Catequesis por las calles de nuestra Ciudad bajo el amparo del Santísimo Cristo de la Sangre y María Santísima de los Desamparados.

Algunos vestiríais nuestra túnica por primera vez. Los más pequeños, vestidos de monaguillo, nos haríais ver que sois el futuro de nuestra Hermandad. Los más jóvenes seguiríais con el aprendizaje para, el día de mañana, adquirir responsabilidades más serias; por vosotros, pequeños y jóvenes, debemos velar todos. Los más mayores rememoraríamos nuevas emociones tanto con el antifaz como teniendo el honor y la responsabilidad de portar sobre vuestros hombros a nuestros amantísimos Titulares, a las órdenes de vuestros Capataces.

Hoy, Viernes Santo, nada de esto podrá ser.

Pero el Viernes Santo está aquí y debemos vivirlo como auténticos Cristianos, con oración, fe y esperanza en un futuro mejor.

Como Hermano Mayor, quiero animaros a la oración y la caridad.

Muchos son los mensajes de ánimo que estoy recibiendo estos días de muchos de vosotros. Quiero que sepáis que la Hermandad está viva y fuerte gracias todos y cada uno de vosotros.

Desde la Hermandad estamos colaborando, con la discreción que requiere el momento, con todos los colectivos que nos reclaman ayuda y con aquellos hermanos que están pasando malos momentos. No os quepa duda.

Quiero agradeceros personalmente vuestra actitud ante esta maldita pandemia, quedándoos en casa y ayudando a enfermos y necesitados. Sé que así lo estáis haciendo.

Tampoco me olvido, en particular, de todos los hermanos sanitarios, militares, miembros de los cuerpos de seguridad y otros trabajadores imprescindibles que estáis realizando una labor encomiable para evitar el caos y proporcionarnos sanidad, seguridad y suministros básicos para toda una nación. Gracias de corazón.

Os ruego una oración por los enfermos, los más necesitados y por los que desgraciadamente nos han dejado.

Mis mejores deseos para todos. Rezo por vosotros y por vuestras familias.

Un abrazo en Cristo, María Santísima y San José

Antonio José Martínez Cortés
Hermano Mayor